Instalaciones
Lugar
El laboratorio de sexualidad humana se encuentra ubicado en las instalaciones de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz y está compuesto por varias áreas diseñadas especialmente para el desarrollo de proyectos investigativos dentro del ámbito de la sexualidad. El primer espacio es el área de experimentación. Se encuentra dividido en dos salas aisladas acústicamente (ver fotos 1 y 2). Cuenta con equipos de alta tecnología, cuya función es registrar respuestas psicofisiológicas mediante algunos dispositivos electrónicos de fácil uso, que no suponen ningún tipo de riesgo para las personas participantes.


El segundo espacio es el área de desinfección (ver foto 3), donde algunos de los instrumentos empleados durante el proceso investigativo reciben una desinfección de alto nivel (máximo estándar internacional). Esto nos permite cumplir con las normas vigentes nacional e internacionalmente, eliminando cualquier rastro de virus, bacterias, hongos y espora. Garantizando, de esta manera, la seguridad de quienes participan en los proyectos.

Finalmente, el tercer espacio es la sala de trabajo, donde los investigadores nos encontramos analizando resultados, documentandonos y escribiendo diferentes artículos (ver foto 4).

Instrumentos de medición psicofisiológica
BIOPAC MP150:
Se trata de un dispositivo muy preciso que permite amplificar algunas señales que nuestro cuerpo genera para poder evaluarlas. En el laboratorio disponemos de 6 amplificadores para evaluar 6 patrones fisiológicos diferentes: Temperatura, pulso cardiaco, electrocardiograma, conductancia de la piel, erección del pene y lubricación vaginal.

Temperatura:
Es un dispositivo similar a un termómetro altamente sensible, conocido técnicamente como termistor, que tiene la capacidad de detectar cambios de fracciones de grado. Según la teoría, durante la excitación sexual, la temperatura periférica, como la de las manos o los pies, tiende a disminuir. Esto se debe a que la sangre se redistribuye hacia otras áreas del cuerpo, elevando su temperatura en esos lugares.
Pulso cardiaco:
Es un dispositivo similar a un anillo, se pone en el dedo índice de la mano y con una luz muestra el pulso de la persona.
Electrocardiograma:
Se trata de electrodos que se colocan en el brazo y en el tobillo, lo que permite realizar un monitoreo detallado del funcionamiento del corazón. Este sistema no solo mide los latidos, sino también una variedad de variables fisiológicas relacionadas con la actividad cardíaca.
Un dato interesante sobre la actividad cardíaca es que, en estado de reposo (sentados y tranquilos), la excitación sexual puede, en lugar de provocar un aumento en la frecuencia cardíaca como sería de esperar, llevar a una reducción en esta.
Conductancia de la piel:
Los seres humanos poseen una carga eléctrica en nuestras células, incluidas las neuronas, aunque esta carga es extremadamente pequeña y generalmente imperceptible. Sin embargo, mediante el uso de dispositivos específicos, es posible medir esta variable sin riesgo para la persona. El método de medición es análogo al utilizado en un electrocardiograma. Se colocan dos sensores, diseñados para este propósito, en la palma de la mano o en los dedos. Estos sensores evalúan la resistencia eléctrica de la piel. Durante la excitación, los poros se dilatan y se producen microgotas de sudor, lo que provoca una disminución en la resistencia eléctrica de la piel. De esta manera, es posible determinar si una persona está experimentando una emoción o si se encuentra en un estado de activación.
Erección del pene:
Para realizar una evaluación científica de la erección, se utiliza un dispositivo denominado pletismógrafo peneano. Su colocación es sencilla, permitiendo que el usuario pueda aplicarlo de manera autónoma. Este dispositivo consiste en un anillo de caucho elástico, fabricado en silicona biocompatible. Su funcionamiento es directo: el anillo incorpora un sensor que mide el grado de estiramiento, lo que permite evaluar diversos aspectos relacionados con la erección.

Lubricación vaginal:
La medición científica de la excitación sexual femenina se lleva a cabo mediante un dispositivo conocido como fotopletismógrafo vaginal. Este aparato, que se asemeja a un pequeño tampón fabricado en material acrílico biocompatible, se inserta en la entrada de la vagina de manera similar a cómo se coloca un tampón. El dispositivo cuenta con una barrera de silicona que limita la profundidad de inserción a un máximo de 4 cm.
Durante la excitación sexual, al igual que en los hombres, se produce un aumento del flujo sanguíneo hacia los genitales. Esto se traduce en un incremento en la amplitud de las pulsaciones vaginales. Normalmente, estas pulsaciones se manifiestan como un ritmo constante; sin embargo, durante la excitación, la frecuencia e intensidad de las pulsaciones aumentan. Este fenómeno se registra utilizando un sistema de iluminación y un receptor fotosensible, lo que permite evaluar de manera precisa el incremento del flujo sanguíneo en la zona.
