Cuando mi hijo dice ‘No puedo’: Cómo fomentar la resiliencia y la autonomía

 

Comprendamos el “No puedo” 

 Es común que los niños, en diferentes etapas de su desarrollo, expresen frases como “No puedo” cuando se enfrentan a una tarea desafiante. Sin embargo, detrás de estas palabras puede haber más que una simple dificultad momentánea. Entender las razones detrás de esta expresión es fundamental para ayudarlos a desarrollar confianza en sí mismos y fomentar su bienestar emocional.

 

¿Por qué mi hijo dice “No puedo”?

Los niños pueden expresar el “No puedo” por diversas razones, entre ellas: 

  • Miedo al fracaso: El temor a equivocarse o a no cumplir con las expectativas puede llevar a los niños a evitar enfrentar nuevos desafíos. Este miedo puede estar influenciado por experiencias previas negativas o por una presión excesiva para tener éxito. Como lo explica Carol Dweck en su libro “Mindset: The new psychology of success” (Dweck, 2006), una “mentalidad fija” puede generar este miedo, donde los niños evitan retos para proteger su autoestima. 
  • Baja autoestima: La falta de confianza en sus propias capacidades puede hacer que los niños duden de su habilidad para completar tareas, llevándolos a evitar intentos por miedo al fracaso. Albert Bandura, en su obra “Self-efficacy: The exercise of control” (Bandura, 1997), resalta la importancia de la autoeficacia, y como su baja presencia conlleva a la evitación de tareas. 
  • Experiencias previas negativas: Si en el pasado no lograron realizar una tarea, pueden anticipar que volverán a fallar, reforzando pensamientos de indefensión aprendida. Esto se relaciona con el concepto de indefensión aprendida de Martin Seligman, descrito en su libro “Helplessness: On depression, development, and death” (Seligman, 1975). 
  • Necesidad de atención o validación: En ocasiones, los niños buscan seguridad y apoyo de los adultos antes de intentar una tarea, especialmente si sienten que no son capaces de enfrentar el desafío por sí mismos. Esto se conecta con la teoría del apego de John Bowlby, que subraya la importancia del apoyo emocional de los cuidadores (Bowlby, 1988). 
  • Dificultades en la autorregulación emocional: La frustración puede hacer que los niños se rindan antes de intentarlo nuevamente, especialmente si no han desarrollado estrategias adecuadas de afrontamiento. James J. Gross, en su investigación sobre la regulación emocional (Gross, 2015), explora cómo la falta de estas habilidades puede llevar a la evitación de tareas. 

 

¿Cómo impacta en su desarrollo emocional? 

 

Cuando un niño se acostumbra a decir “No puedo” y no recibe el apoyo adecuado, puede desarrollar: 

  • Dependencia excesiva en los adultos: Evitar intentar resolver problemas por sí mismo puede limitar su capacidad para desarrollar habilidades de afrontamiento y resiliencia. 
  • Baja tolerancia a la frustración: Sentirse incapaz ante cualquier obstáculo puede llevar a una evitación de situaciones desafiantes, afectando su desarrollo personal y académico. 
  • Falta de resiliencia: La incapacidad para afrontar desafíos cotidianos puede dificultar su adaptación a nuevas situaciones y superar dificultades. 
  • Creencias limitantes sobre sus habilidades: Una baja autoestima puede influir negativamente en su rendimiento académico y en sus interacciones sociales, creando un ciclo de autopercepción negativa. Estos patrones de respuesta negativos y sus consecuencias en el desarrollo emocional, son exploradas en trabajos como los de Dante Cicchetti y F.A Rogosch (Cicchetti, & Rogosch, 1996). 

 

¿Por qué fomentar la independencia y confianza en sí mismos? 

 

Con base en lo anterior, la autonomía en la infancia es de gran importancia, ya que contribuye al bienestar emocional y el desarrollo de habilidades de afrontamiento en los niños. Cuando los adquieren independencia, fortalecen su capacidad para tomar decisiones, resolver problemas y enfrentar desafíos con mayor seguridad. Según el ICBF (2020), la autonomía es una necesidad básica que fomenta el desarrollo personal en los niños. 

La autonomía es un aspecto fundamental en el desarrollo emocional y social de niños, niñas y adolescentes. Promoverla no solo fortalece su autoestima y confianza, sino que también les ayuda a enfrentar de manera más saludable los desafíos propios de cada etapa de su vida. A medida que logran tomar decisiones, asumir responsabilidades y resolver situaciones por sí mismos, van construyendo las bases para una mayor independencia y seguridad en sus capacidades. 

En este proceso, la resiliencia juega un papel clave. Se entiende como la capacidad para afrontar con éxito la adversidad, el trauma, la tragedia, las amenazas o incluso fuentes importantes de estrés (APA, 2010). Desarrollarla ayuda a manejar el estrés y la incertidumbre ante situaciones difíciles. Sin embargo, esto no significa que los niños y adolescentes no experimenten dolor o angustia. Las emociones como la tristeza o el malestar son reacciones normales ante situaciones adversas (APA, 2010). 

Promover la autonomía y la resiliencia desde la infancia y la adolescencia no solo contribuye al bienestar emocional, sino que también les brinda herramientas para afrontar los retos cotidianos, adaptarse a los cambios y fortalecer sus relaciones interpersonales. 

 

Fomentando la autonomía en la niñez 

 

Durante la infancia, la autonomía se construye a partir de la exploración y el acompañamiento de los adultos. La clave está en permitirles tomar decisiones acordes a su edad y asumir responsabilidades que les ayuden a sentirse capaces. 

  • Brinda oportunidades para tomar decisiones: Elegir su ropa o escoger a qué jugar les permite experimentar la sensación de control y responsabilidad. 
  • Asignar tareas en casa: A través de actividades cotidianas como recoger sus juguetes, tender su cama o ayudar con tareas sencillas, los niños y niñas desarrollan responsabilidad y habilidades prácticas. 
  • Válida sus emociones y escucha sus opiniones: Hacerles saber que lo que sienten y piensan es importante fortalece su autoestima y su seguridad en la toma de decisiones. 
  • Evita resolver todo por ellos: Aunque como adultos podemos tender a hacerlo para evitarles frustraciones, es importante permitir que intenten y se equivoquen. Esto favorece el aprendizaje y la confianza en sus capacidades. 

 

La importancia del juego libre 

 

El juego libre cumple un rol fundamental en el desarrollo de la autonomía infantil, especialmente en la etapa inicial. A través del juego, los niños no solo se divierten, sino que también exploran su entorno, toman decisiones y resuelven situaciones por sí mismos. Cáceres y Berrios (2024) destacan que durante el juego “los niños se apropian del espacio y el tiempo, para satisfacer sus propios deseos, necesidades y promover su autonomía”. Esto permite que elijan con quién y qué jugar, fortaleciendo su capacidad de tomar decisiones y enfrentar situaciones cotidianas de manera independiente. 

Además, investigaciones como la de Landry et al. (2006, citado en Cáceres y Berrios, 2024) evidencian que los niños que participan con mayor frecuencia en juegos libres desarrollan mejores habilidades para la toma de decisiones y la autorregulación, en comparación con aquellos que tienen menos oportunidades de jugar.El juego libre también es una herramienta fundamental para el desarrollo social. A través de los juegos de roles y la interacción con sus pares, los niños aprenden a compartir, cooperar y comunicarse, enfrentando retos propios de su edad  

 

Cuando mi hijo dice “No puedo”: Cómo fomentar la resiliencia y la
autonomía 

 

Paulo Freire en su libro Pedagogía de la autonomía (1997) afirma que: “un niño que se ve capaz de hacer cosas es un niño con una autoestima más alta que será capaz de tener una imagen más positiva de sí mismo, para abrirse al mundo” (citado por Quijije y Flores, 2022). En la actualidad, la infancia se considera una etapa de desarrollo y preparación para la vida adulta y social. Dentro del marco educativo, se fomenta la independencia desde edades tempranas para que los niños puedan tomar decisiones y aprender de sus propios errores, promoviendo la exploración y el desarrollo de su entorno (Quijije y Flores, 2022). 

Una de las principales dificultades para fomentar la autonomía es que los adultos, en muchas ocasiones, no permiten que los niños se equivoquen, impidiendo que desarrollen la capacidad de resolver sus propios problemas. La prisa se convierte en un obstáculo, ya que los adultos suelen asumir tareas que los niños podrían realizar por sí mismos para ahorrar tiempo. Esto genera dependencia y limita el desarrollo de la autonomía infantil (Quijije y Flores, 2022). 

 

¿Cómo acompañarlos en la construcción de su autonomía? 

 

El hogar es el primer espacio de interacción para los niños, tanto consigo mismos como con sus familiares o cuidadores. Es por esto que, en este entorno, se forjan lazos afectivos que les proporcionan seguridad para afrontar los desafíos del mundo que los rodea, construyendo relaciones basadas en el amor, el afecto, el cariño y la confianza (ICBF, 2020). Teniendo en cuenta lo anterior, el acompañamiento por parte del cuidador en esta construcción de autonomía se basa en:  

  • Prevenir los riesgos que puedan presentar niños en el desarrollo de las acciones que realicen por su cuenta. 
  • Animarlos y brindarles apoyo cuando no logren desarrollar la acción por sí mismos. 
  • Felicitar cuando realicen actividades de manera autónoma. Un ejemplo de esto son las rutinas de autocuidado, ya que son un momento clave para el desarrollo de autonomía: comer, bañarse, vestirse, peinarse, divertirse, entre otras. 
  • Brindar espacios para expresar sus opiniones y emociones sin ser juzgados. Es importante respetar sus decisiones y brindarles espacios para que exploren su autonomía en un ambiente seguro y afectivo. 

 

De acuerdo con esto, se entiende que hablar de autonomía en los niños, es un reto para los padres, ya que se puede interpretar como encontrar el equilibrio entre brindar apoyo y permitir que sus hijos enfrenten sus propios desafíos. Es por esto que la sobreprotección, aunque motivada por el deseo de evitar sufrimiento en los niños, puede limitar la capacidad del niño para desarrollar estrategias de afrontamiento efectivas en su entorno (Ortega, 2017) algunas estrategias clave son: 

  • Fomentar la toma de decisiones: Permitir que los niños elijan entre opciones adecuadas a su edad les ayuda a desarrollar un sentido de control sobre su entorno. 
  • Enseñar habilidades prácticas: Actividades como vestirse solos, preparar un refrigerio o encargarse de pequeñas responsabilidades en casa refuerzan la seguridad y confianza. 
  • Brindar apoyo en resolución de problemas: Cuando los niños enfrentan dificultades frente a una situación, es importante orientarlos con preguntas cómo “¿Qué crees que podrías hacer para solucionar esto?”, en lugar de intervenir inmediatamente. Esto les ayuda a desarrollar estrategias de resolución de problemas acorde a su edad. 
  • Reforzar el esfuerzo más que el resultado: Elogiar el proceso y no solo el éxito ayuda a los niños a entender que el aprendizaje proviene de la práctica y la perseverancia. 
  • Modelar la resiliencia: Los niños aprenden observando a los adultos. Mostrar cómo afrontamos problemas y mantenemos una actitud positiva ante la adversidad les ayuda a desarrollar estas habilidades. 
  • Fomentar el pensamiento flexible: Ayudar a los niños a encontrar diferentes soluciones a un problema fortalece su capacidad de adaptación. 
  • Validar sus emociones: Permitir que expresen su frustración y enseñarles estrategias para manejarla fortalece su inteligencia emocional. 

En conclusión, es fundamental promover la autonomía infantil en diversos ámbitos de la vida del niño. Respecto a los hábitos, es clave fomentar el autocuidado, como en la alimentación, la higiene, la salud y la apariencia personal, esto debido a que el desarrollo de rutinas saludables facilitará su integración en la vida adulta. De igual manera, en el ámbito social, interactuar con otros niños y adultos externos a su núcleo familiar les permite comprender el valor de la amistad, expresar sus opiniones, desarrollar tolerancia y construir su propia identidad. Asimismo, proporcionar herramientas como libros, juegos y visitas a espacios culturales favorece el aprendizaje y estimula su curiosidad. En el tiempo de ocio, es esencial permitirles elegir sus actividades y con quién desean compartirlas, promoviendo así la responsabilidad sobre su entretenimiento (CEAPA, 2013).

 

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Referencias:
  1. American Psychological Association. (2010). Guía de resiliencia: Para padres y maestros. APA.
  2. Dweck, C. S. (2006). Mindset: The new psychology of success. Random House.

  3. Bandura, A. (1997). Self-efficacy: The exercise of control. W. H. Freeman.

  4. Seligman, M. E. (1975). Helplessness: On depression, development, and death. W.H. Freeman.

  5. Bowlby, J. (1988). A secure base: Parent-child attachment and healthy human development. Basic books.

  6. Gross, J. J. (2015). Emotion regulation: Current status and future directions. Psychological Inquiry, 26(1), 1-26. https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/1047840X.2014.940781

  7. Cicchetti, D., & Rogosch, F. A. (1996). Models of developmental psychopathology. En M. Lewis (Ed.), Handbook of developmental psychopathology (pp. 261-316). Plenum Press.

  8. Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. (2020). La autonomía de niños y niñas: Un acompañamiento para el desarrollo integral. Disponible en https://www.icbf.gov.co/mis-manos-te-ensenan/la-autonomia-de-ninos-y-ninas-un-acompanamiento-para-el-desarrollo-integral

  9. Ortega Montenegro, E. E. (2017). LA SOBREPROTECCIÓN EN LA AUTONOMÍA EN LOS NIÑOS DE 7 Y 12 AÑOS DE LA UNIDAD EDUCATIVA PAULO SEXTO EN EL AÑO 2016 (Bachelor’s thesis, Universidad Tecnológica Indoamérica).

  10. Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado. (2013). Cómo fomentar la autonomía y responsabilidad en nuestros hijos e hijas. Disponible en https://www.ceapa.es/wp-content/uploads/2021/03/C%C3%93MO-FOMENTAR-LA-AUTONOM%C3%8DA-Y-RESPONSABILIDAD-EN-NUESTROS-HIJOS-E-HIJAS.pdf

  11. Cáceres Mio, Y. S., & Quispe Berrios, D. (2024). La importancia del juego libre para promover la autonomía en niños del nivel inicial [Tesis de bachiller, Escuela de Educación Superior Pedagógica Privada “ITS Innova Teaching School”]. Repositorio ITS. https://repositorio.its.edu.pe/handle/20.500.14360/114

  12. Quijije López, A. L., & Flores, A. (2022). Guía de actividades lúdicas que fomenten la autonomía en los niños de educación inicial II. Revista EDUCARE. https://revistas.investigacion-upelipb.com/index.php/educare/article/view/1704

  13. American Psychological Association. (2010). Guía de resiliencia: para padres y maestros. https://www.apa.org/topics/resilience/guia 

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